viernes, 28 de diciembre de 2012

BUENOS AIRES

Bajo el cielo de una seductora ciudad
yacen finos pasos recorriendo sus calles,
sombras danzando con cadencia, 
tenues luces, cómplices de la pasión.
De un lado de la calle te veo,
cautivado por el resplandor de tu belleza,
al otro lado estás tu, elegante dama de noche,
y la música, como testigo de nuestro encuentro.
No hablamos, no nos tocamos, 
tan sólo nos observamos. 
No hubo un adiós, 
sino un 'hasta pronto' con la mirada.
Al final, siempre nos esperará, 
siempre quedará ahí.
Siempre tendremos Buenos Aires. 

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