Desperté con el sabor de tu boca...
dulce sensación a pasión desbordada.
La noche fue testigo de nuestro amor pasajero
que se ha desvanecido en los confines del Universo.
¿Acaso matamos al tiempo con la intensidad de nuestros besos?
ó ¿Es que fue breve el espacio que nos acogió en su regazo?
Hoy, volteo la mirada y veo la ausencia de tu ser,
todavía se siente el frío de tu partida calando hasta en mis huesos,
sumergido entre las sábanas que ahogan a mi piel.
Este día, solo he derramado un par de lágrimas al recordarte,
aunque quizás mañana vaya a llorar...
toda una vida para olvidarte.
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